Por: Camilo Andrés Tello Córdoba

El proyecto ‘Colombianas, una Biografía Colectiva’ es una plataforma digital interactiva, en la que se visibilizan una serie de entrevistas autobiográficas de mujeres de diversas edades, etnias y orígenes, quienes relatan la experiencia de ser mujer en Colombia.

Sin embargo, más allá de ser un espacio para consignar las voces de mujeres de distintos territorios del país, es un lugar para adentrarnos en historias de vida que impactan y conmueven, como las de Beldani Niño, Paola Vásquez, María Angelita Riascos y Luz Dary Valencia.

La Fundación Alvaralice y la UAO, a través del Instituto de Estudios para la Sostenibilidad, se unieron para continuar narrando las historias de mujeres, que, como las mencionadas, tienen sueños distintos, pero que comparten el sentimiento de inspirar y romper los paradigmas y prejuicios de la sociedad.

Beldani Andrea Niño cursa una tecnología en Sistemas integrados de gestión de la calidad del medio ambiente, seguridad y salud en el trabajo,
en el SENA de Palmira, de donde es oriunda.

De su infancia tiene muchos recuerdos bonitos, aunque rememora que también le tocó asumir el rol de madre a temprana edad, y, aunque no fue
fácil, pudo salir adelante. Para Beldani, el tener hijos joven, le truncó algunos sueños, como el de estudiar; y por cosas del destino, solo hasta
cuando cumplió 34 años pudo hacerlo realidad.

Me inspiran mis hijos porque quiero ser ejemplo para ellos y demostrarles la importancia de no renunciar a nuestros sueños, pues podemos lograr lo que nos proponemos”, expresó Beldani.

Paola Vásquez es ingeniera civil, cuenta con un Ph.D. en Estudios
Rurales y actualmente es docente del Instituto de Estudios para la Sostenibilidad en la UAO.

Es una mujer que ha hecho su carrera como académica a pulso
y ha buscado transformar el rol de las mujeres en el ámbito de
la ingeniería.

“Estoy convencida de la importancia de promover el liderazgo femenino, porque sin enfoque de género no hay industrias verdes”, afirmó la
docente Paola Vásquez.

Actualmente, dirige un proyecto que busca remover las barreras de entrada de las mujeres, respecto al acceso a la educación en ciencia y
tecnología para la industria verde.

“Más allá del rol del cuidado que se le ha asignado a la mujer en la sociedad, su esencia está en la perseverancia y en la forma de transferir las cosas. Nosotras somos de insistir, y es algo innato en nuestra personalidad”, aseguró Paola.

María Angelita llegó a vivir al Valle del Cauca en zona rural de Palmira, movilizada por el miedo al conflicto armado que vivió en Nariño. Desde niña le tocó asumir los oficios domésticos del campo y reprocha que, si no hubiera sido mujer, a lo mejor no le hubiese tocado hacerlos.

“Mi mamá me decía que si yo fuera hombre, no me tocaría hacer lo que no me gusta”, comentó María Angelita entre risas.

Se levanta a las cinco en punto de la mañana y es quien prepara el desayuno de su esposo y de sus hijos, después se dedica a las labores del campo: limpiar la casa, sembrar, cuidar los animales y cosechar. A pesar de que es un trabajo arduo, dice amar lo que hace.

A uno deben pagarle igual que le pagan a un hombre. A veces solo por el hecho de ser hombre le pagan el día de trabajo a 50 o 60 mil pesos, y a uno porque es mujer, le toca 25 o 30 mil pesos, aún sabiendo que se hace el mismo trabajo”, comentó María Angelita.

Luz Dary es ingeniera de alimentos de la Universidad del Valle y se ha formado como entrenadora de calidad, auditora y ‘coach’ internacional en el área de calidad de alimentos. Más allá de ser una profesional exitosa, ha sido una madre que ha logrado sortear diferentes obstáculos para llegar hasta donde está.

“Ser madre soltera fue berraco, ha sido dignificante y emocionante, pero fue duro, porque yo me separé y el papá de mi hijo no respondió”, contó Luz Dary.

Su labor consiste en concientizar a las áreas operativas de las
cadenas de abastecimiento sobre la importancia del tiempo
al momento de realizar procesos, de manera que tanto los clientes
como la empresa reciban lo mejor.

Mi madre y mi abuela son mis maestras y desde pequeña influyeron en mí positivamente para estar en la cocina y preparar cosas ricas; también me inspiró Juana ‘la loca’, por ser inteligente, decidida, apasionada y líder”, señaló Luz Dary.