Por: Juan Marco Duque Recio, decano de la facultad de Arquitectura y Diseño

El nuevo programa de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Occidente se presenta como una oportunidad para incidir de manera proactiva en la ciudad y la región, al contribuir con una mirada innovadora a las formas tradicionales de concebir la arquitectura y trascender la cultura de la edificación, por una que reconsidera las nociones sobre el espacio geográfico, la ciudad, lo colectivo y lo natural, en una concepción sensible y sostenible del territorio. Al consolidar una visión de la arquitectura como actividad orientada a lograr una relación armoniosa y sensible entre lo creado por el hombre y el entorno, el programa promueve nuevas relaciones entre naturaleza y cultura, las cuales deben comprenderse como una unidad, en la idea de una ecología integral, que compromete el concepto de cultura en toda su acepción etimológica de cultivo y cuidado, en este caso del cuidar de lo edificado y de lo natural.

El programa de Arquitectura UAO abre una serie de interrogantes sobre lo que significa la enseñanza de la arquitectura en un mundo contemporáneo cada vez más sumido en la crisis ambiental, social, económica y, por tanto, cultural, sustentada sobre la fragilidad del planeta y de la responsabilidad humana de su daño, así como de su recuperación.

Con estos interrogantes, el nuevo Programa promueve reflexionar alrededor de visiones contemporáneas que ayuden a superar a la arquitectura como amenaza del planeta, para consolidar y mejorar la propuesta que ya Lewis Munford proponía en 1931, donde definía a esta,
como una actividad para apropiarse de un sitio mediante su transformación y lograr lugares propicios de la vida humana, dicho de otra forma, la transformación de lo natural en un lugar productivo y habitable.

Hoy, a esta propuesta se le añade el componente de la sensibilidad, de la arquitectura como actividad artística que vela por un territorio pensado en su habitabilidad y productividad, pero en la que la noción de orden es
alimentada en la idea de pieza activadora de relaciones perceptuales, funcionales y simbólicas.

Ante esta propuesta, son varios los retos, pero dos quizás, sustentan la necesidad de este esfuerzo mancomunado para lograrlo. El primer desafío, es trascender las miradas reduccionistas de la arquitectura en cuanto a su
capacidad de activación conceptual y simbólica en una comunidad, para que se comprenda como conocimiento que nos atañe a todos los humanos. Otro reto, no menos importante, es que los nuevos arquitectos, además de poder instalarse en el medio tradicional de desempeño de su profesión, puedan aperturar el oficio de manera creativa y ser emprendedores de nuevos nichos de desempeño laboral y personal, toda vez que el trabajo
profesional como todo tipo de labor, implica adaptarse a las constantes dinámicas culturales y productivas, de un saber hacer en contexto.

Estudiar arquitectura en la UAO, es una oportunidad para servir a la sociedad actual, mediante la orientación de la ordenación física de la vida humana, de manera consciente y en respuesta a los retos que el constante cambio del mundo contemporáneo exige. Oportunidad también, de hacerse arquitecto en una Institución comprometida, con todos los medios y recursos para ofrecer una educación de alta calidad, en un sentido ético y profesional.