Por: Katherine Martínez Rivera 

“Cuando tenía cinco años, un vecino de mi unidad me invitó a verlo entrenar, y desde que crucé la puerta de la pista sentí amor por todo lo que veía y por la adrenalina que producía. Al otro día, cogí la bicicleta que tenía en la casa, vine a montar y me enamoré del BMX”. 

Con esta historia, Santiago Vivas Amaya cuenta cómo este deporte cargado de riesgo y adrenalina cautivó su corazón. Hoy, este estudiante UAO de tercer semestre de Ingeniería Informática, tiene 18 años y sigue tan enamorado del BMX como la primera vez que se montó en una bicicleta. 

“Al entrar a la pista me olvido de todo lo que estoy haciendo, de todo lo que me pasa y me concentro solo en montar; cuando me paro en el partidor, es el momento en el que más siento que soy yo, que estoy haciendo lo que más amo, y quiero salir a darlo todo”, comenta Santiago, quien ha competido a nivel nacional e internacional, representando a Colombia y al Valle. 

Persistencia: la clave para triunfar 

Si hay una palabra que defina a Santiago, es la persistencia. Persistencia para correr, para competir, para estudiar. Pues, aunque sabe que mezclar su pasión por el BMX con el estudio no es fácil, con disciplina y organización, lo hace posible. 

“A veces puede que el deporte no te brinde lo que tú quieres, pero tienes que seguir ahí dándolo todo, y en esta etapa en la que me encuentro en mi vida, donde estoy alternándolo con el estudio, tengo que ser persistente si de verdad quiero seguir en esto, pues desde pequeño he tenido claro que es muy complicado vivir del BMX y para mí la Ingeniería Informática es una carrera que es el mañana”, afirma. 

Para que en su vida, el deporte y el estudio no compitan, Santiago organiza su tiempo y lo divide entre clases, trabajos, entrenos, competencias y viajes. Su día inicia normalmente a las 6:00 a.m., y no tiene hora de fin, todo para lograr cumplir con sus responsabilidades. 

“Si tú tienes disciplina, se te va a hacer un poco más fácil lograr alternar el estudio con las prácticas, las competencias y con todo, pero también es algo que uno debe querer hacer”, manifiesta. 

¿Y el futuro? 

A Santiago le quedan muchos sueños por cumplir, él espera poder conectar su deporte con la ingeniería, a través de un proyecto que apoye la comunidad del bicicrós y que los ayude a ser más reconocidos. 

Asimismo, quiere lograr un pódium a nivel mundial y por supuesto, colgarse una medalla en los Juegos Olímpicos, como lo ha hecho en dos oportunidades Carlos Ramírez, deportista al que admira: 

“Me encantaría ir a unos Juegos Olímpicos, es un proceso para el que tengo que seguir entrenando muy fuerte y que siempre lo he tenido en mi mente”, concluye. 

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